sábado, 3 de abril de 2010

Re-Encuentro.

Fin de semana largo. Un nuevo comienzo, una nueva continuación. Volver a hacer presente con fuerza en mi vida los Caminos del Guerrero. Estoy contento.

Nos reunimos el grupo antiguo, el nuevo. Se sientan las bases del trabajo de este año. Cenamos. Hay alegría por el encuentro.
Observo las caras de la gente nueva cuando se comenta: "esto es un curso donde no se cuenta casi nada, cada uno mismo tendrá que experimentar y aprender de su propia experiencia y trabajo diario"

"Lo que das es lo que obtienes" es una de las claves del curso.

Las personas nuevas parecen expectantes y tal vez confusas por este método. Me identifico con ellas hace un año. Esa frase para mi fue importante porque implica desde saber acotar lo que uno quiere trabajar hasta tener claro que si uno no se muestra, trabaja sus miedos y sus bloqueos haciéndolo conscientes a uno mismo, el trabajo no será completo...Me gusta recordar de nuevo todos estos detalles este año.

Primer encuentro con el caminar. Ya es un ritual por el que pasamos los Guerreros al iniciar la enseñanza. Campo de Fútbol. Silencio, grupo, caminar. Comienza la experiencia propia. Comienza el juego... No deja de ser un juego en el que vas a jugar contigo mismo y es importante dejarse llevar... confiar. Este segundo año, lo veo más claro, la confianza es importante, mostrarse y acotar también. Serán los pilares de mi trabajo.

Al día siguiente salimos todo el grupo a la montaña. Es la misma montaña y el mismo lugar del año pasado, aunque vamos por otro sitio. Si el viernes estaba contento, hoy al comenzar me encuentro descolocado, raro, revuelto por dentro, la respiración desacompasada con el caminar. Me cuesta centrarme y me despisto fácilmente. Es como si mi cuerpo se resistiera a volver a este trabajo. No lo acabo de entender. Simplemente lo registro y lo dejo ahí. Trato solo de observarlo, sin castigarme por ello. Es una de las cosas que aprendí el año pasado. Todo está bien.... Aun así, en este estado, la cuesta que estamos subiendo, no me parece empinada. La fuerza del grupo, es importante en este momento. Solo tengo que caminar detrás de mi compañero y dejarme llevar. He aprendido que el "paso a paso" es importante y en eso confío.

Practicamos los caminares, el caminar en ciempies hace que la maquinaria del grupo comience a engrasarse....
Hay un ejercicio que en cierta manera me vincula de nuevo y me centra más en el trabajo: "Sentir la Tierra", es una llamada a encontrarme conmigo mismo y provoca en mi, que de alguna manera, me sienta renovado, relajado y más centrado. Mi cabeza loca se ha relajado. Ya no aparecen tantos pensamientos que me sacan del caminar y ahora todo fluye mucho mejor.

Practicamos la "Confianza Ciega" con un compañero, el es mi guia y yo me dejo llevar. Aprendo a confiar... a sentir... total nada puede pasarme... Este trabajo amplifica la sensación en la pisada, en su tacto, en el aire en el escuchar, en el caminar... cuando terminamos me siento relajado y tengo la sensación de que el tiempo se ha distorsionado... pero ahí estamos todos... el grupo, la Madre Tierra.

El resto de las practicas incluyen otros tipos de caminares, caminar de fijación, caminar en pareja sincronizando movimentos..... en los que uno descubre lo importante que es la ATENCION y que cualquier descuido te saca de ese estado... notando una desarmonía rápidamente... pero la fuerza y la unión del grupo hace que vuelvas y que no te pierdas demasiado. 
 
Siempre trato de comparar estos trabajos de grupo a cuando camino a solas, en la que a veces un descuido hace que tu mente se pierda divagando y tardes bastante tiempo en darte cuenta de que "te has ido"... pasando demasiado tiempo hasta que retomas la práctica, pero el trabajo en grupo hace que recuperes mucho más rápido la atención.
 
Para terminar, llegamos a una cascada.... paramos delante de ella; toca sentir y trabajar con el elemento Agua. Es un buen colofón al dia. Estoy sentado delante de ella. El poder del agua y su estruendo al caer me hacen sentir bien. Es lo más parecido a estar solo en el PRESENTE. Escuchando ese sonido tan potente de el agua al caer hace que ni siquiera tenga importancia en ese momento la caminata del día... todo se desvanece en un instante y disfruto de ello tratando de grabar ese instante en mi cuerpo.
 
Da.

1 comentario:

  1. Leo tus experiencias y me traen recuerdos de las vividas y compartidas con el grupo en cursos anteriores.

    Me llevan a observarme en aquel momento, a sentirme ahora y comparar… A confirmar una vez más la potencia que tiene ese caminar colectivo desde el individuo.

    En este momento camino de manera individual pero siento que sigo caminando con el Grupo. Y leer tus experiencias son para mi una forma, también, de re-encuentro.

    Gracias.

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