sábado, 24 de julio de 2010

Futbol y Conciencia


Hace unos días el dirigente más famoso me dijo el primer día que del fútbol viven 40 millones de personas en el mundo, es decir, que trabajan honradamente. Quizá no sea tan malo.

El que allí observaba me dijo que el jugador bueno no mata, ni trafica con drogas, personas o armas. El hecho es que golpea un balón. Nada más. Idem el jugador malo.

El más desapegado me dijo que el dinero no es malo y que uno lo usa para lo que quiere. Y algunos lo usan para la ayuda en porcentajes mayores de su sueldo que la mayoría de nosotros.

El jefe de prensa resulta que era experto en terapia del trauma. Qué sorpresa. Y también trabajaba en el fútbol. 

El padre de un futbolista de la selección española es  mi paciente. Y se trata con fitoterapia natural toda su familia.

El fisioterapeuta más nombrado es un gran acupuntor y devoto del Qi. Y medita en los templos en su país.

Un miembro de la comisión de árbitros es un reputado psicólogo y ayuda a desfavorecidos en su ciudad.

En el estadio vi a  obreros, abogados, ingenieros y médicos, cantantes, artistas, secretarias, cocineros… todos están allí. 

Algunos tienen conciencia social y otros menos. Pero no la tienen por estar o no estar allí. 

El Coliseo siempre existió y es una terapia para el pueblo. Terapia barata, probablemente inútil, para mi ciertamente aburrida… pero para el pueblo necesaria. 

La psique necesita la implicación tanto como el escape. 

Como necesita de un Rey fuera mientras no encuentre el Rey dentro, o un Santa Claus que trae regalos del cielo mientras no encuentre los regalos dentro. 

No es de alta consciencia juzgar otra consciencia. Lo que existe es y es Real. 

Es más sensato darse cuenta de que lo que existe, para el mundo tienen sus motivos por extraños o duros que nos resulten.

No es de alta consciencia creer que una conciencia anula otra. Mirar un mundial no te aleja de la realidad ni de la ayuda ni de lo necesario. Te alejas tú, mires o no mires un mundial. 

No me despiertes llamándome débil dijo la sombra.

Si me abrieran el cerebro encontrarían…


Si me abrieran el cerebro encontrarían nada...

 No hay nada mágico ahí ni nada especial. Nada por lo que vaya a triunfar o conseguir algo.

Nada que pueda conquistar un corazón, vivir una vida de sueño, o hacer feliz a alguien.

 Nada por lo que puedas sentirte distinta, nada por lo que me puedas conseguir como gran amigo.

 Nada que pueda servir de ejemplo a otros, inspirar vidas o crear ideas.
 Mucho menos hay allí algo que pueda salvar a la humanidad o avanzar en la conciencia.

 Si me abrieran el cerebro no encontrarían algo que no te defraude o te dañe.
 No hay nada que te pueda ilusionar, o que puedas decir que ser más lindo. 
 Nada que puedas sentir que soy único, especial o maravilloso. 
 Nada por lo que alguien deba quedarse o acompañarme.

Nada por lo que me tengas que darme tu corazón o compartir tus sueños. 
 Ya quisiera yo todo eso, pero no tengo de eso.

Ahora lo veo claramente, sin tanta tristeza… Aunque todavía no soy humilde. 

 “Si me abrieran el cerebro encontrarían un gran guante de boxeo. Es todo lo que soy”


Marvin Marvelous Hagler, ex – campeón mundial de los pesos medios.

Cortar


Llevo  meses de lucha interna.
 
Observo como este trabajo está presente a diario en mi.

No es sencillo y se acaban dando la vuelta a muchas cosas:
Desde como te relacionas con las personas cercanas
a como dejan de tener sentido relaciones emocionales
que desgastan mucho o observar como uno mismo se acaba
buscando mil excusas para no afrontar el trabajo que de alguna
manera te ha demostrado que es eficaz a la hora de tener
cierto crecimiento interno.

Cuando de alguna manera uno tiene muchas inquietudes internas
cuesta de alguna manera apostar por una de ellas y estar lo más
centrado posible.

Parte de mi trabajo este año, es llegar a este punto y darme cuenta
que necesito ser selectivo.

El tiempo pasa rápido y hay que aprender a identificar cuales son
las cosas importantes que uno quiere en la vida y apostar por ellas.

Sino, por lo que la experiencia me ha demostrado, en concreto, estos
últimos meses, surgen muchas "cabezas" con muchos "tentáculos"
 y te pasas la vida cortándolos. De esta manera los días pasan, no te
enteras.... y todo sigue más o menos igual.

Creo que estos dos meses han sido un trabajo para tratar
de identificar todo ello y buscar la manera de aprender a cortarlos.
No es facil,  queda mucho camino por recorrer ya que las
inquietudes son muchas, pero creo que un paso importante para mi,
el haber reconocido y llegado a este punto.

Lo que tengo claro es que las caminatas solitarias en silencio, las salidas a la
montaña, el contacto con la Madre Tierra, sin ninguna duda, me han
ayudado a darme cuenta de ello, simplemente observando mi propio
estado antes y después de las mismas y eso sin duda, es algo
que tiene mucho peso y valor.

Ahora toca Cortar, aprender a cerrar ciclos, con personas, con situaciones cotidianas,
con rutinas...y en resumen, conmigo mismo.

Da.

sábado, 3 de julio de 2010

La práctica agradable



Al inicio la práctica agradable es importante. La buena postura, la respiración profunda y la técnica correcta. Nos sienta bien y nos gusta. Nos relaja y aparcamos los problemas cotidianos. Nos da identidad y por un rato sentido. Podemos elegir nuestra práctica. Nos sentimos libres. Sonreímos pero no sabemos lo que esconde. La práctica agradable es finita.

Al final la práctica sagrada es la verdadera. Austera, sin nombres, sin etiquetas, siempre incómoda, lejos del apego y rechazo, y del me gusta me disgusta. Nunca acaba ni se conforma. Vive en el caos. Es infinita. Es el jaguar de la noche. Sólo la práctica sagrada entiende el vacío debajo de las formas.