sábado, 3 de julio de 2010

La práctica agradable



Al inicio la práctica agradable es importante. La buena postura, la respiración profunda y la técnica correcta. Nos sienta bien y nos gusta. Nos relaja y aparcamos los problemas cotidianos. Nos da identidad y por un rato sentido. Podemos elegir nuestra práctica. Nos sentimos libres. Sonreímos pero no sabemos lo que esconde. La práctica agradable es finita.

Al final la práctica sagrada es la verdadera. Austera, sin nombres, sin etiquetas, siempre incómoda, lejos del apego y rechazo, y del me gusta me disgusta. Nunca acaba ni se conforma. Vive en el caos. Es infinita. Es el jaguar de la noche. Sólo la práctica sagrada entiende el vacío debajo de las formas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario