sábado, 19 de junio de 2010

Lo que trato de olvidar


Un joven practicante de artes marciales y meditación caminaba todos los días hacia su Dojo de entrenamiento varios kilómetros. A la ida y a la vuelta pasaba por la casa de un supuesto maestro. Cada vez que pasaba por allí el joven cambiaba su postura y apretaba los músculos. El maestro bebía té. 

El joven ideó diferentes estratagemas para llamar la atención del maestro. Portaba sus libros y al pasar delante del maestro empezaba a leerlos en voz alta. El maestro sonreía y bebía té. 

Otro día decidió pasar a la acción y hacer movimientos de sus formas delante de la casa del maestro. El maestro escuchó ruidos y al ver al joven se dio la vuelta a buscar su té.  

El joven no se desanimaba y decidió hacer posturas de meditación y potentes mudras al pasar por la casa. 

Así día tras día sin captar la atención del arisco maestro. 

 Un día el joven decidió preguntarle: “Siempre que paso por su casa le muestro mi práctica, mis libros, mi conocimiento, mis katas y mis posturas, pero usted, que supuestamente es un maestro no dice ni hace nada. Creo que usted no es lo que otros manifiestan”

El maestro contestó: “¿No te das cuenta de que lo que tu tratas de recordar es lo que yo trato de olvidar?”

3 comentarios:

  1. No lo entiendo... suponía que un amestro debería mantener todas estas prácticas, ¿por qué es lo que trata de olvidar?

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  2. Yo lo entiendo de así...
    Muchas veces uno hace sus actos, practica sus katas, pasea sus libros, expone sus ideas y opiniones delante del "maestro", para que este vea lo bueno que uno es y lo bien que lo hace, mas que para que este vea sus fallos y le ayude. Pero todo eso y desde esa forma de hacerlo esta vacio. Si se mira hacia fuera, dificil ver hacia dentro. Creo que es lo que trata de olvidar el maestro... Hacer sus practicas para que otros vean, hablen y opinen.
    ¿que buscaba el joven, que el enseñara el maestro o mostrar al maestro lo que el sabia? Si pretendia lo primero, hubiera sido mas facil que se lo hubiera pedido directamente. Al menos, creo que le hubiera invitado a una taza de te.

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