viernes, 12 de marzo de 2010

Amor de Mercader

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En muchas ocasiones un Guerrero vuelve al Mercader. Y en gran parte de ellas lo hace en nombre del amor. El Guerrero se busca, se pregunta por la naturaleza de los fenómenos, duda de sus creencias, pone a prueba sus virtudes y durante un tiempo, hasta que forma parte de su naturaleza, se mantiene en lucha interna, sin descanso, jugando consigo mismo, desidentificándose, soltando lastres, aprendiendo a sanar heridas, instalando la tan ansiada práctica, descubriendo el valor del compromiso, recuperando una visión de un pasado a la vez que experimentando que todo pasado es, en sí mismo, vacio..

En ese camino practica, camina, entrena, medita, se estira, se encuentra con otros con lo que comparte intento. Aconseja poco, no manda a sus amigos escritos de otros, sino que por fin confía sobre todo, en su propia experiencia, sin mediadores ni teorías previas, sin dogmas ni culturas, sin gurus ni idolatrías, sin brujos ni libros… sólo consigo mismo y las experiencias vividas.

En ocasiones llega la pareja, el hij@, la casa…, disfrazadas en nombre del amor… pero aparecen también para probar su entendimiento.

En ese momento crucial, donde puede dar un gran salto, el Guerrero puede perder la atención y, ésta, por definición, se escapa cuando aparece el deseo.

Entonces, inventa un pasado de atracción o de olvido, engaña al presente, proyecta una imagen ficticia de sí mismo y del otro y busca como resultado final, un futuro pactado, cerrado, seguro, a dos, encarcelados en la seguridad ajena al cambio constante.

Preso de la arrogancia sus palabras niegan la seguridad pero sus hechos lo confirman. Se encierra en una jaula y amor de jaula es amor que comprime, amor de mercader.

El antes Guerrero ya no camina tanto, practica o medita. Jamás llegó a tener una práctica intensa, constante, asidua, paciente, serena, sobria, íntima con el Espíritu. Pero ahora ya ni la anhela.
Si indaga, lo hace a cambio de que su pareja también lo haga. Si su pareja no camina, él ya no camina. Ya ha llegado a su meta, ya puede condicionar su búsqueda y la del compañer@. Ya puede dejar de experimentar lo que necesita saber antes de morir.

Antes sólo tenía que vencer sus propias resistencias, condicionamientos, sombras y karmas, ahora además los de su compañer@. Doble trabajo, menos posibilidades de éxito… todo en nombre del amor.

Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor, Amor Brujo claro, salta por la ventana 


2 comentarios:

  1. Comparto lo que estas bellas páginas y profundas palabras me inspiran.


    Amor,
    dos cuerpos separados,
    dos mentes individuales,
    dos almas libres,

    y desde la libertad...

    dos almas que se llaman,
    dos mentes que se piensan,
    dos cuerpos que se unen,
    uniendo así sus espíritus,
    permaneciendo siempre en libertad...

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  2. Me pregunto como amar bien, como amar sin dejar de ser un guerrero, este amor de mercader refleja tanto conocido.

    Gracias por tan esclarecedoras palabras

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